Nada que envidiar a la Barbie o a las Bratz, tienen estas bonitas muñecas de fieltro con rasgos kazajos. Vestidas con los trajes regionales del país, las hay grandes, pequeñas, con diferentes formas.
Aprovechad el viaje para traer cuentos infantiles, muñecas kazajas, películas en ruso o kazajo, música, todo lo que pueda significar alguna conexión con su primeros juegos, con su historia de niños, con el tiempo que nos perdimos.
Y que este tiempo de viaje y espera nos de a conocer todo lo posible el país donde han nacido y crecido nuestros pequeños. Será importante cuando crezcan y quieran saber más sobre ellos mismos, sobre su país, sobre su vida anterior y de donde vinieron.
Y nada será mejor que lo que podáis contarles y haber vivido vosotros.
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