En una pequeña aldea de una región muy lejana, vivían un viejo hombre y su esposa, felices en su hogar, pero que lamentaban siempre con tristeza no haber tenido hijos.
Una mañana de invierno, vieron a unos niños de la aldea en la calle, mientras jugaban en la nieve, y allí sentados, mirándoles jugar durante horas, se disgustaron más que nunca de no haber tenido una hija a la que ver jugar como a los otros niños de la aldea.
El hombre se volvió a su mujer y le dijo:
- " Vayamos fuera y hagamos una niña de nieve, será como la hija que nunca tuvimos"
Y así hicieron poco a poco una niña de nieve, formando cuidadosamente con los blancos copos sus manos y sus pies, su pequeña y bonita nariz, su boca, su barbilla, su largo abrigo...
Unos segundos después de que hubiesen terminado de hacerla, de repente, los labios de la niña de nieve se volvieron muy rojos y sus grandes ojos azules comenzaron a abrirse.
La niña sonrió cálidamente, se sacudió los blancos y fríos copos de su abrigo y salió de la nieve convirtiéndose en la hija con la que siempre soñaron.
La vieja pareja la llevó a su cabaña y la llamaron Snegurochka, la doncella de Nieve.
Snegurochka creció rápidamente, creciendo no cada día, sino cada hora y cada minuto, convirtiéndose rápidamente en una bonita joven.
Era como un sueño para ellos, Snegurochka hacía sus tareas de la casa cada día, nunca se quejaba de nada y era muy cariñosa y buena con sus padres.
Cuando cantaba una melodía era como si un ángel del cielo cantara solo para ellos.
Snegurochka pasaba mucho tiempo en el exterior de la casa.
Le gustaba sentir el frío del invierno en la piel, los copos de nieve cayendo en sus manos y se divertía con las pequeñas criaturas del bosque.
Pero el invierno pasó pronto y los rayos de sol de la primavera comenzaron a calentar la aldea y Snegurochka comenzó a sentirse muy triste.
-" Qué ocurre, le preguntaron sus padres, no te encuentras bien?
-"No Madre, no Padre, estoy bien", contestaba ella.
Pero era evidente que algo andaba mal.
Cuando la nieve se derritió, las flores comenzaron a crecer en los prados, y los pájaros empezaron a cantar la primavera. La joven se sintió aún más triste y se escondía del sol como si sus rayos dañasen su blanca piel de hielo.
Una vez, llegaron grandes nubes muy negras que cubrieron el cielo una tarde, trayendo una fuerte lluvia de granizo.
La joven se alegró, y buscaba las piedras de granizo como si fuesen perlas gigantes. Pero pronto la lluvia paró y lentamente las perlas de granizo se fundieron, y Snegurochka lloró desconsoladamente.
Era casi verano cuando un día, se acercó a su casa un grupo de jóvenes doncellas, que llamaron a Snegurochka, "Ven con nosotros a caminar en el bosque!"
Snegurochka no quería ir, pero sus padres le insistieron, diciendo, "Ve a jugar con ellas, te divertirás."
Así que se fue con las otras doncellas, y empezaron a recoger flores, cantando canciones y bailando por el sendero que llevaba hacia el bosque.
Snegurochka no se sumó a ellas sin embargo, porque se sentía muy triste aún, y se limitó a seguirlas.
Entonces comenzó a oscurecer y cayó la noche, y las jóvenes hicieron un fuego con pequeñas ramas que recogieron durante el camino. Siguieron riendo y cantando y Snegurochka miraba cómo se divertían las otras doncellas.
Finalmente y al cabo de un rato, decidió unirse a ellas.
Por primera vez desde el invierno, una bonita sonrisa se dibujó de nuevo en su cara y sus ojos se iluminaron de un azul intenso ,mientras reía, cantaba y bailaba con las demás doncellas.
Una por una, las otras muchachas comenzaron juguetonamente a saltar sobre el pequeño fuego que habían encendido en medio de la noche.
Snegurochka saltó sobre él cuando fue su turno, pero a mitad de su salto, se fundió de repente, convirtiéndose en una pequeña nube.
Sólo un débil adiós pudo oírse antes de que la nube se elevase y desapareciera muy, muy alto en el cielo.
Y es así, como Snegurochka vuelve cada invierno en forma de nieve a la aldea, y se marcha como una bonita y blanca nube que sube muy alto en el cielo, cuando la toca el sol de primavera.
La historia de Snegurochka (Снегурочкаa), la doncella de nieve, está basada en un cuento tradicional ruso y es muy antigua.
Tiene su propia leyenda, y fue solo siglos más tarde, cuando se la convierte en la nieta de Ded Moroz, acompañando al Abuelo Frío en la entrega de regalos y caramelos a los niños.
En el siglo XIX, el dramaturgo ruso, Alexandr Ostrovski, inspirado en este cuento popular ruso, escribió la pieza teatral Snegurochka,que hizo popular a este personaje, cristalizándose en la leyenda rusa del Año Nuevo, el Abuelo Frío y la Doncella de Nieve.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
A mi hija le ha gustado mucho este cuento y le trajo recuerdos aunque es muy pequeña, los nombres estaban en su cabezita, ¡Gracias por conpartirlo!
Publicar un comentario